martes, abril 14

07 Encuentro inesperado

FECHA GALÁCTICA: 5 de abril de 3301
DISTANCIA AL SISTEMA SOLAR: 510 años luz

Las botas magnéticas permiten a la tripulación de una nave espacial caminar por sus pasillos a pesar de la ingravidez, pero yo me desplazo flotando lentamente hacia el puente tras salir del camarote. Soy de la vieja escuela. Mientras me abrocho los cinturones del asiento, la nave despierta de su letargo. El ronroneo de la maquinaria y el zumbido agudo de los sistemas electrónicos al encenderse son los normales: ningún mensaje de error o aviso de anomalía alguna. Por un momento me detengo a mirar por los ventanales del puente. Como todas las naves manufacturadas por Lakon, la visibilidad es excelente, incluso hacia abajo. Estoy en el sistema HIP 40430 y es una vista impresionante. Está presidido por dos estrellas azules de clase espectral O. Pero además, tres pequeñas T Tauri orbitan a la mayor de las dos estrellas principales. Lamentablemente, ninguno de los planetas o satélites del sistema hacen albergar esperanzas de que algún día alguien presencie de forma rutinaria el espectacular amanecer de cinco soles tras el desayuno, como acabo de hacer yo.

Una gigante azul de clase espectral O en HIP 40430

Antes de saltar al siguiente sistema, lo primero es volver a acceder al mapa galáctico y asegurarme de revisar que la ruta para hoy está marcada en la computadora. Entonces reparo en los sensores: un contacto en el radar... y el símbolo triangular indica que sus anclajes están desplegados. Rápidamente encaro la nave en la dirección del contacto y la computadora poco a poco va escupiendo en el panel de objetivos la información recogida por los sensores. Una Asp. Comandante Peralta. Clasificación de combate: Novato. No hay datos de criminalidad, puesto que estamos fuera de toda jurisdicción, así que no sé qué clase de tipo tengo delante. Dejo pasar unos segundos y advierto que el contacto se aleja hacia uno de los planetas, y luego hacia otro. El comandante Peralta no parece haberme visto. Alargo un dedo hacia el interruptor de las comunicaciones, dudando. Pulso el interruptor.

- Hello commander -mi saludo estándar, cuando no sé qué idioma hablará el interlocutor.

Durante unos instantes no hay respuesta, pero la Asp se ha detenido y da la vuelta. Probablemente esté identificándome como yo he hecho previamente con él.

- Holy shit!
- Do you speak spanish?
- No, sorry.
- No problem, your name made me guess you were of spanish ascendancy...
Man, I didn't expected to find anyone here!

Charlamos durante un rato. Como resultaba obvio, él también está explorando, y se ha quedado muy sorprendido al encontrarse a alguien por aquí. Al principio se extraña de que esté explorando en una Type-6, pero una vez le hablo de las especificaciones, reconoce que no creía que un carguero como este pudiera realizar saltos de más de 28 años luz. De hecho su nave la supera tan solo en 3 años luz de capacidad de salto. En un determinado momento, me informa de que hay un llamamiento de la Alianza para una misión comunitaria en Tsu, y le hago saber que ya estoy apuntado. Un tipo amable, el comandante Peralta.

Los sistemas dobles y triples son bastante comunes

Unas horas más tarde, el encuentro con aquella Asp está casi olvidado, tras el incesante escaneo de todos los objetos astronónicos de los sistemas que voy encontrando de camino a la nebulosa Saco de Carbón. Los sistemas dobles y triples son más comunes de lo que creía, y los planetas aptos para terraformación, por contra, no son muy numerosos. Aún no he encontrado ningún planeta de condiciones similares a las de la Tierra: el mayor tesoro que busca una humanidad en expansión entre las estrellas.

Aproximación a la nebulosa Saco de Carbón

La forma oscura de la nebulosa Saco de Carbón crece a cada salto que me acerca a ella. Ahora se ve claramente una tonalidad rojiza en su periferia, que sugiere que a pesar de ser una nebulosa oscura, alcanza a reflejar una pequeña parte de radiación ultravioleta de las estrellas cercanas. Tras estudiar un rato el sector en la computadora, decido seleccionar alguno de los sistemas más próximos para observarla lo mejor posible, y en un par de saltos puede decirse por fin que he llegado al primer objetivo de mi viaje. Lanzo la cámara externa una vez más y grabo durante unos minutos con la grata sensación de haber conseguido un hito importante en el viaje.  La nebulosa del Camaleón no esta a mucha distancia de aquí, así que aprovecharé también para visitarla antes de partir al siguiente objetivo de mi expedición. Estas nebulosas oscuras no son tan vistosas como las de reflexión, y mucho menos que las espectaculares nebulosas de emisión, pero por algo se empieza...

La nebulosa Saco de Carbón queda atrás, la "Obstinada" sigue su camino hacia su nuevo objetivo

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